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Manola Míguez: Fiesta de color y pura vida

Los colores están de fiesta y no encontraron mejor lugar para celebrarla que los lienzos de Manola Míguez. Esbeltos corceles, bravíos toros, elegantes gallos y decoradas mariposas forman parte en la lista de invitados al festejo donde abundan las frutas, flores y confites.
Manola Míguez nace artista –como ella lo asegura–, en la ciudad de San José de la paradisíaca Costa Rica. Se gradúa con honores y las más altas calificaciones de la Universidad de Costa Rica en 1993, y desde entonces ha desarrollado una carrera artística impecable.
“Invito a las personas a unirse a mi fiesta artística contemplando mis creaciones y adentrándose en mis maravillosos mundos, llenos de alegría, colorido y positivismo”, comenta la artista plástica Manola Míguez, a quien su amor por la vida y la naturaleza la lleva a crear mundos con perfecta armonía entre lo fantástico y lo real a través de un lenguaje contemporáneo.Dueña de una paleta de brillantes colores cálidos con los que logra exquisitos contrastes en cada uno de los elementos pictóricos que conforman su obra . “Todos los colores son mis preferidos, porque en mis obras, todos se necesitan entre sí”, asegura la artista. Sus obras nos infunden optimismo y nos alegran el espíritu, y por fortuna la artista posee una incansable creatividad, como lo diría el artista Arcadio Esquivel, quien fuera su maestro en la Universidad: “Manola no dejará de producir y de sorprender, cuanto almacén creativo tiene por ofrecer, la verdad mejor será disponer mis sentidos”.Manola Míguez es una artista honesta a la hora de pintar, consecuente con su forma se ser y pensar y hasta con sus recuerdos. Sus obras nos hablan de su niñez, su alegría de vivir y su esperanza en el futuro. Así mismo recomienda “a los jóvenes y artistas en general, que sean sinceros con ellos mismos y expresen en sus obras lo que realmente son.”
Ha participado en innumerables exposiciones individuales y colectivas en varios países como España, Francia, México, Estados Unidos, Nicaragua y su natal Costa Rica. Quienes aún no han tenido la oportunidad de apreciar sus obras, lo pueden
hacer a través de su página web www.manolamiguez.com.

Juan Ramiro Torres
Artista Plástico
Periodista
Director de arte
Periódico Punto Hispano
Atlanta, Georgia


LA ALEGRIA DE LOS COLORES

Una obra caracterizada por alusiones a su Costa Rica natal y a sus costumbres, como elemento alegórico los animales, las flores los dulces multicolores que nos hace recordar la infancia y la ingenuidad, instantes que han quedado grabados en lo mas profundo de nuestros pensamientos y que a través de su obra nos transportan a aquellos bellos momentos.

Sus colores son alegres y cálidos alumbrados con tonalidades fuertes, su paleta denota estudio y oficio. El resultado son obras que nos hacen pensar, reflexionar, soñar, y disfrutar, sus composiciones son dinámicas, emplazadas en lo sugerente, dentro de evidentes mensajes y espacios, donde la sensación intelectual predomina y que hacen parte sustancial de su figuración contemporánea
Un conjunto de emociones, sentimientos y  ideas, que son parte de la propia esencia femenina, es la mujer como tal libre de adjetivos, al margen de la controversia situada en plena acción, en su mundo creativo. Es una reflexión evidente, a partir de constatar que la creación es la fuerza que la mueve en su fascinante destino.

Will Yaya
Art Director
Crisolart Galleries , Barcelona Spain
Crisolart Galleries , New York, U.S.A


MANOLA MÍGUEZ Y SU OBRA PICTÓRICA

Tengo la firme convicción de que si una artista plástica, en este caso una pintora, logra transformar sus palabras, sus sentimientos, su forma de ver la vida, a través de su inspiración y su talento, en formas expresivas que hagan comunión con quienes deseen ver lo bello hasta en el corazón del desierto, su mensaje será inevitablemente recibido y transformado en colores que quedarán plasmados en un lienzo.
Conocí en Costa Rica a una pintora muy especial, hija de esta hermosa tierra, Manola Míguez y me pareció una persona plena de embeleso y fascinación, de refinamiento y sencillez; posteriormente tuve oportunidad de mirar y admirar el hechizo y atractivo de sus trabajos pictóricos rebozados de técnica, frescura y en especial, un colorido alucinante y seductor que, con el idioma del arte, muestra la veracidad de lo dicho el más grande de los escritores libaneses de la emigración  Gibrán Kahlil Gibrán:  “La copa del arte está siempre llena y lista para satisfacer a los sedientos”.
En verdad, sus trazos se muestran saturados de fórmulas que llevan siempre a una nueva aventura de enormes tonalidades con su coloración alegre, fuerte, mágica y asombrosa, creando una gran estructura en la cual  escribe la trama de una composición que deleita a nuestros sentidos.
Su inspiración, su creatividad y su mano trazan con firmeza, seguridad y sobre todo con libertad, pues sin ésta sería como un ave cautiva a la que se le marchitarían las alas. La obra de Manola Míguez posee frenesí y notable energía.
Reitero mis buenos augurios para ella y para su obra, asegurando que: “Las aldeas de la cultura son numerosas, su extensión es infinita y sus caminos son convergentes.”

Antonio Trabulse Kaim
Director General del Instituto Cultural Mexicano Libanés, A.C.  


UN CANTO A LA VIDA

La obra de la joven pintora Manola Míguez reboza de color y hace una lectura de la animalística con tal precisión, que sus telas parecen tapices estampados de tiempos remotos donde algún ser precolombino realizó un viaje astral entre la vegetación y fauna de los bosques y jardines de aldeas ocultas y los trajo a las manos diestras de la artista.
Lo vibrante de su paleta y la alegría casi musical que te provoca el trabajo tan peculiar, íntimo y exclusivo de Míguez, la hace poseedora de tenacidad y atrevimiento con una temática tan fresca y apreciada por los amantes de la  naturaleza en un mundo que ha olvidado los más importantes reinos del universo.  Ella con su arte canta a la vida, venera a los animales, las flores, las costumbres y también nos antoja con esos confites multicolores llenos de reminiscencias de infancias vividas.
Su arte es fiel reflejo de una emergencia plástica nutrida por la sangre regional que rescata y respeta nuestras raíces, pone en el escenario nacional un trabajo significativo, serio y lleno  de  esperanza.  Los  mundos  creados  en su fértil imaginación, combinan animales cotidianos y creados en completa comunión con el color y las formas; historias de ella que nos hace compartir como quien se sienta a oir un cuento salido de sus pinceles, tubos y tarros de pintura y sensaciones de placer que dejan un extraño contento en nuestras retinas y una sonrisa en nuestros rostros….

Ricardo Alfieri
Director del Museo de Arte Costarricense


EL COLORIDO DE MANOLA.

Dos características de la obra de Manola Míguez son: la disposición de su paleta y la conexión entre su obra y sus vivencias personales.

Siempre hablo a mis alumnos de la importancia en el manejo de la paleta, donde más que preocuparse por la cantidad de colores en ella, debe haber una consistencia en la disposición de estos sobre el lienzo. Manola me sorprende, ya que aunque ella tenga, como es normal en cada persona, preferencia por uno o dos colores como me supongo, se muestra a sí misma, muy generosa al momento de utilizarlos, como queriendo decirnos que todos los colores son sus favoritos. Es por ello que su obra brilla con tenacidad, dando alegres giros que van desde sus fríos azules hasta sus cálidos tonos rojos y naranjas, entrelazados todos en un intenso diseño donde el toro, el pavo real, el confite, la sandía, el gallo, las flores nos retratan a una artista enamorada del color, la forma y la naturaleza, curiosamente terrenal sí, pero fantástica en su atrevido mundo multicolor.

Recuerdo que al momento de apreciar sus colores, me sentí aleccionado.

En el terreno emocional, Manola logra mostrarse como una artista que sabe involucrar sus vivencias personales en su obra, algo que siempre he defendido ante mis alumnos. Ella habla de lo cotidiano en la parte figurativa de sus obras y ello nos conduce directo a sus emociones, tal vez recuerdos donde todos los sentidos irrumpen dimensionando un mundo personal, bien logrado, Porqué bien logrado? Porque ella pinta sobre la base de su propia experiencia, sus vivencias, no las de otro, las suyas propias y eso le da amplio dominio de lo que quiere expresar. Cuando un artista intenta pintar el mundo de otros, lo que no vieron sus ojos, todo queda en el intento, ese no es de ninguna manera, el caso de Manola. Si un artista al despertar en las mañanas abre la ventana de su cuarto para ver el gran océano al frente de su casa, su obra futura probablemente proyecte ese mundo de una u otra manera.

Manola no dejará de producir y de sorprender, cuanto almacén creativo tiene por ofrecer, la verdad mejor será disponer mis sentidos. Gracias artista.

Arcadio Esquivel
Artista Plástico
Productor en Canal 13
Profesor Universidad de Costa Rica


Entre las arduas labores que lleva acabo un artista en su largo proceso de evolución, la definición de un estilo propio se encuentra entre las más importantes y es de las más difíciles de alcanzar.
En esta tarea la mayoría de los creadores invierten muchos años de duro trabajo y experimentación, la mayoría de las veces inspirándose en técnicas y recursos de los grandes maestros del arte universal.  No obstante, solo unos pocos se decantan en un particular estilo casi desde los mismos inicios de su carrera. Manola Miguez es una de esas privilegiadas artistas cuyo peculiar estilo y temática se definieron prácticamente desde un comienzo de su fructífera carrera.
La explosión de colores que caracteriza cada una de sus obras, el particular collage en el  que distribuye los elementos de su creación y el hecho de presentar, casi como un sello de su personalidad pictórica, un rico cromatismo manifestado en flores, plumas, colas, estrellas, confetis, rodajas de frutas, lunas, mariposas  y animales tatuados como temática central de sus creaciones, son elementos que caracterizan su obra y la definen con la singularidad de un estilo del que no podemos encontrar ningún referente en el arte pictórico nacional. De paso, nos remiten a sus ancestros ibéricos, pese a ser una artista de fuerte raigambre costarricense.
El  arte de Manola Míguez vibra de esta forma, con toda la fuerza creativa de un color que se expresa de una manera muy única y particular.

Oscar Sierra Quintero
Artista Plástico


INVITADOS A LA FIESTA

Es grato para mí, después de algunos años, encontrarme con una ex-alumna de la Escuela de Artes Plásticas y más aún darme cuenta que a pesar de haberse casado y logrado criar a dos bellas niñas, ha logrado sacar tiempo para seguir dedicándose al arte a pesar de las diferentes labores que exigen el manejo de un hogar.

Manola nos invita a una fiesta, una fiesta de líneas y color, dónde los elementos decorativos juegan alegres y libres dentro del plano, armonías y contrastes nos brindan un mundo mágico de formas, animales, plantas, plumas y flores que se entremezclan para inundarnos de alegría y sensaciones positivas, recordándonos a los fauvistas (también llamados salvajes por el uso de los colores puros).

En un mundo globalizado donde la prioridad parece ser la de eliminar y borrar por completo muchas de las especies de la faz de la tierra, por un afán meramente mercantilista, Manola nos entrega un rico menú de animales que nos alimentan no físicamente  pero sí espiritualmente y nos invitan a participar de ese carnaval mágico donde el toro salta y nos muestra su bravura al marcar su territorio, corceles que se vuelven mostrando la elegancia y la nobleza que los caracteriza, un gallo que canta para despertar al expectador e invitarlo a participar de la fiesta y otro que se pavonea mostrando orgulloso su hermoso plumaje para la conquista, un flamingo se yergue altanero  mostrando su hermoso colorido y el tucán con su gran pico libre y sin temor de ser cazado para satisfacer la visión errónea de algunas personas que gozan de hacer de ellos trofeos para colgar de las paredes. Con todos  esos elementos  mezclados con frutas tropicales y flores Manola nos regala un coctel digno de disfrutar y satisfacer los más grandes deseos del espíritu y el sentimiento humano.

Lic. Mariano Prado Vargas
Artista Plástico y Digital


MANOLA MIGUEZ

Un pincel mágico conectado a un corazón sensible.

No sólo al placer de mirar conlleva la muestra pictórica de la artista Manola Miguez. También nos involucra de lleno en el Primer Reino, dándole a los animales mayor dignidad, siendo ellos los protagonistas de una singular puesta en escena jamás vista en el plano terrenal.  Ella, poetisa del color, nos sorprende con su pincel autosuficiente. preciso y mágico.  Lienzos de exquisitos contrastes, poblados de nobles, etéreos seres antigravitales, se conjugan con una infantil y lúdica inocencia.  Nuestro ser vuela ligero en esta fantasía.

La obra pictórica de Manola es un canto a la vida.  Es el gozo puro de color vibrante que refresca y vitaliza y nos cubre por entero de luz y maravilla!

Felix Arburola B.
Artista Plástico


EL EDÉN INTERIOR DE MANOLA

Después de mucho tiempo reencontré a una estimada ex alumna de Artes Plásticas y cuando me mostró sus pinturas, sentí que en ella se daba el maravilloso milagro de la vida de esos árboles que pierden sus hojas y luego llenan sus ramas con la mágica visión de sus flores… Y es que Manola pinta y vive su propia primavera interior, reacción sensible y optimista ante un mundo deshumanizado, donde los verdaderos valores se van extinguiendo. Sus grandes formatos al óleo festejan la vida, pero sobre todo la alegría de vivir con la magia del niño y la madurez de un espíritu que abriga un manantial de esperanzas, donde el sueño se viste de flor, de gesto, de signo depurado y perfecto. Cada una de sus obras regocija la luz que abraza las formas limpias como la fe espiritual… Dicen que las orquídeas florecen por estrés… Pero el alma de esta joven pintora florece por convicción propia, y hoy nos abre sus ventanales y nos invita a entrar y ser felices en un paraíso que estamos perdiendo, pero que aún se puede recuperar: el Edén Interior.

Domingo Ramos A.
Escultor Catedrático de la UCR.


Un día Manola levantó la mirada y soñó con nubes etéreas donde animales mágicos  poseídos de irrealidad   estrenaban su colorida vestimenta  para magnificar la vida y  en el regocijo de  fundar  sus propios colores, encontraron su espacio donde no se sabe si jugaban  o soñaban y quizás esos animales soñaron a Manola y luego la pintora  los soñó a ellos. No se sabe.

Sólo sabemos que en  esos espacios oníricos los seres representados crean un mundo a su semejanza, se independizaron de la realidad objetiva para proveernos de nuevas sendas hacia el goce de lo esencial y alegre de la vida.

Aquiles
Escultor